lunes, 23 de mayo de 2011

EDAD MEDIA, RENACIMIENTO, NEOCLASICISMO Y ROMANTICISMO - GRADO 11°

Realice un comentario crítico (en este mismo blog), sobre la trascendencia del pensamiento del hombre medieval, renacentista, neoclásico y romanticista. ¿Qué rasgos de la corriente Neoclasicista y Romanticista están impresos en nuestra cultura actual?

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El Neoclasicismo 

El Siglo de las luces
Al siglo XVIII se le conoce como el Siglo de las luces porque el hombre rechaza todo aquello que le sea impuesto y sólo admite lo que le llega a través de la luz de su razón.
La razón es la norma con la que se valoran todas las manifestaciones humanas. Como consecuencia, aparece en Europa a principios de siglo un grupo de pensadores con un espíritu científico que toman la experimentación como método para adquirir el conocimiento sin temor a equivocarse. Este movimiento recibe el nombre de Ilustración.
Los ilustrados, para llegar a la verdad científica, comienzan a dudar de todo. La duda es el método para descubrir la verdad.
Las ideas de los ilustrados llegan a nuestro país a través de dos vías principales:
  • La difusión de libros franceses traducidos al castellano.
  • La aparición de los periódicos, donde los ilustrados exponen sus ideas y opiniones.
La literatura en el siglo XVIII
Se considera a los escritores griegos y latinos como modelos a imitar. Es un retorno a los clásicos grecolatinos; ese es el origen de la palabra Neoclasicismo.
El Neoclasicismo da preferencia a la razón frente a los sentimientos, impone reglas a las que se deben ajustar las obras literarias. Como consecuencia de lo anterior se abandonó bastante la producción lírica.
Se rechaza lo imaginativo y lo fantástico, ya que no se escribía para entretener, sino para educar. La literatura neoclásica tiene un marcado carácter crítico, didáctico y moralizador.
Se pueden distinguir tres etapas o movimientos estéticos que se suceden en el siglo XVIII:
  • Reacción contra el Barroco. En la primera mitad del siglo se deja notar la influencia del Neoclasicismo francés. La producción literaria es escasa. Predomina el ensayo y la crítica. Como autores destacan Fray Benito Jerónimo Feijoo y Francisco Isla.
  • Triunfo del Neoclasicismo. Los escritores aceptan plenamente las normas neoclásicas y la literatura se somete al imperio de la razón. La producción literaria es escasa: apenas se escriben novelas, la poesía no ofrece ningún interés y muy pocas obras de teatro tuvieron éxito. Esta etapa ocupa desde mediados del siglo hasta las últimas décadas. Autores importantes de esta etapa fueron José Cadalso, Gaspar Melchor de Jovellanos, Juan Meléndez Valdés, Leandro Fernández de Moratín, Félix María Samaniego y Tomás de Iriarte.
  • Prerromanticismo. A finales de siglo comienza un movimiento de rechazo hacia las rígidas normas neoclásicas que traerá a principios del siglo XIX el Romanticismo. Nicasio Álvarez Cienfuegos, Manuel José Quintana y Alberto Lista son representantes de esta etapa.

La Poesía neoclásica
Por considerarse de mal gusto expresar sentimientos, los poetas de este movimiento adoptan dos temas: el bucólico o pastoril y la fábula.



La Prosa en  el Neoclasicismo
  • Reacción contra el Barroco
Durante la primera mitad del siglo se produce la reacción contra el Barroco y la toma de contacto con los movimientos neoclásicos franceses. La producción literaria es escasa y predomina la prosa en forma de crítica y ensayo.
  • El imperio  de la razón
Durante la segunda mitad del siglo XVIII, los escritores adoptan plenamente los modelos neoclásicos y la literatura se somete al imperio de la razón. Esta etapa ocupa desde mediados de siglo hasta las últimas décadas.




El Teatro en el Neoclasicismo
Como toda obra neoclásica, el teatro se somete a las rígidas normas del clasicismo, por lo que adopta la regla de las tres unidades que Lope de Vega había roto en el Barroco. Desaparece de las obras de teatro todo tema imaginativo y fantástico, así como la mezcla de lo trágico y lo cómico. Surge un teatro exclusivamente didáctico.

Tomado de:http://proyectorayuela.blogia.com

EL ROMANTICISMO LITERARIO

El Romanticismo literario es el movimiento que dominó la literatura en Europa desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX.Se caracteriza por su entrega a la imaginación y la subjetividad,su libertad de pensamiento y expresión y su idealización de la naturaleza .El romanticismo fue, pues, un estilo de vida cuyos rasgos más característicos son los siguientes:la imaginación y la sensibilidad serán bandera frente a la razón y la intelectualidad; el ansia de libertad se manifiesta en contra de todas las formas impuestas que coartan en el individuo la propia esencia de sí mismo; el instinto y la pasión conducen al ser humano a un entusiasmo exagerado o a un profundo pesimismo.En el caso de conducir al hombre al sentimiento pesimista, provoca en el romántico la huida que se puede plasmar en dos vías distintas: la de los viajes o la de los suicidios.
El término romántico se empleó por primera vez en Inglaterra en el siglo XVII con el significado original de `semejante al romance´, con el fin de denigrar los elementos fantásticos de la novela de caballerías muy en boga en la época.

EL ESPÍRITU ROMÁNTICO
Inspirados por el filósofo Jean-Jacques Rousseau y el escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe, se considera el manifiesto literario del romanticismo el prólogo de la segunda edición de las Báladas líricas (1800) escrito por los poetas ingleses William Wordsworth y Samuel Taylor Coleridge.En él se destaca la importancia del sentimiento y la imaginación en la creación poética y se rechazan las formas y los temas literarios convencionales.De estre modo predomina la imaginación sobre la razón ,la emoción sobre la lógica y la intuición sobre la ciencia , lo que propicia el desarrollo de un vasto corpus literario de notable sensibilidad y pasión que antepone el contenido a la forma , estimula el desarrollo de tramas rápidas y complejas y se presta a la fusión de géneros y propicia la libertad de estilo.
Las convenciones clásicas cayeron en desuso aumentando el lirismo y la espontaneidad de la poesía popular y los romances medievales,lo que generó la adopción de la irregularidad métrica.Los héroes universales de la literatura del dieciocho, fueron sustituidos por héroes más complejos.La poesía, el teatro y la novela se entregan a la celebración del "hombre corriente " de Rousseau.
La difusión del romanticismo a otros países de Europa ,ciertos temas serán centro de las procupaciones de los escritores del XIX : el anarquismo, la naturaleza, la pasión por lo exótico, lo sobrenatural.

EL DECLIVE DEL ROMANTICISMO
Hacia mediados del siglo XIX, el romanticismo comenzó a dejar paso a nuevos movimientos literarios :los parnasianos y el simbolísmo en la poesía y el realismo y el naturalismo en la prosa, pero siguió cultivándose en Europa y América con gran éxito de lectores.

EL ROMANTICISMO ESPAÑOL
El romanticismo español es confuso y muy complejo, lleno de contradicciones , y provoca dos tendencias: una más conservadora , encabezada por el duque de Rivas , y otra más revolucionaria, en la que destacó Espronceda .
La literatura romántica en castellano se divide en cuatro etapas:la de los inicios, la del triunfo del romanticismo, la llamada de "nacionalización " de los elementos románticos extranjeros y la del posromanticismo, ya en la segunda mitad del s.XIX.
El romanticismo llega a España con retraso respecto al resto de los países europeos, y no es particularmente fecundo puesto que está condicionado por la política marcada por Fernando VII.El erudito José Joaquín de Mora, exiliado en Francia,envió a los Bochl de Faber, entonces en Cádiz los primeros romances protorománticos , y más tarde durante su exilio en Londres, junto Alcalá Galiano y Blanco White,fue uno de los impulsares del romanticismo español.Tras la muerte de Fernando VII se señala como triunfo del romanticismo en España 1834.Se estrenan entonces La conjuración de Venecia ,de Martinez de la Rosa, Macías de Larra y se publican poesías de Salas y Quiroga.Algunos señalan el fin del auge de romanticismo en España en 1844 cuando se estrena el Don Juan Tenorio de Zorrilla .
Los temas del romanticismo español son casi los mismos que en el resto de Europa.La prosa romántica se refleja en tres tendencias: el costumbrismo, la novela histórica y la prosa doctrinal.En la poesía fue donde la estética romántica se mostró con más libertad y en el teatro el máximo exponente será el drama.
El romanticismo finaliza hacia 1850 debido a la aparición del realismo; no obstante, hay dos poetas que continuan la tendencia romántica : Rosalía de Castro que escribirá sus obras en castellano y gallego y Gustavo Adolfo Bécquer.

EL ROMANTICISMO ITALIANO
En Italia el romanticismo se impregnó de la mezcla de Restauración y Risorgimento que vivía el país; de esa situación enfrentada que tenía el país tras la proclamación de la Unidad Italiana en 1861. Aparte de todo esto, también nos resulta peculiar que el mayor poeta romántico italiano, Leopardi, se manifestará en repetidas ocasiones como antiromántico rechazando todo aquello que provenía de este movimiento literario. El romanticismo italiano creo muchas ideas bajo el influjo de hechos culturales extranjeros. Adoptando los ejemplos a las exigencias que una situación como la de Italia en ese momento requería. En Italia el movimiento romántico fue un tema de debate, dando lugar a amplias polémicas. Se pueden destacar tres generaciones:
- La primera generación, se comprendería entre 1815 y 1840. Muestra una gran preocupación por la historia civil. Los autores se ocupan de los distintos géneros literarios (lírica intimista, histórica…). Destacan los nombres de Manzoni y Leopardi.
- La segunda generación, aparece entre 1840 y 1860, siendo un periodo de menor importancia. Es una lírica dulzona, sentimental y sensible. Es un romanticismo más idealista. Utiliza rimas fáciles, más musicales, más sonoras y de alguna manera más superficiales. Estamos en una época de guerras y el publico busca evasión.
-La tercera generación se produce después de 1860, y es una reacción contra el sentimentalismo anterior. Da origen a un movimiento de jóvenes anarquistas, denominado Scapigliatura.
Como en Europa, la literatura latinoamericana de los primeros años del siglo XIX se encuentra todavía dentro de marcos neoclásicos, si bien con ciertas influencias del Romanticismo, que empieza a afianzarse allende los mares.
Uno de los escritores iniciales de la centuria es el mexicano José Joaquín Fernández de Lizardi, conocido por "el Pensador Mexicano" (1776-1827). Autor de prosa vigorosa, su "Periquillo Sarniento" (1816) se considera la primera novela de Latinoamérica. Se trata de un relato realista, parecido a los de la picaresca española por las aventuras de su protagonista y su carácter moralizador. Su obra maestra se llama "Don Catrin de la Fachenda" (1832), novela bien construida, de intención didáctica, sobre la ruina moral y física de un joven de buena familia. Otras narraciones novelescas tienen menor valor, como "La Quijotita y su prima" (1818) y "Noches tristes" (1818).
Interesante escritor del mismo período es el poeta ecuatoriano José Joaquín de Olmedo (1780-1847). En su amplia producción se muestra seguidor de los clásicos griegos y de los neoclásicos españoles. De ella deben entresacarse dos importantes odas: "La victoria de Junín" (1825) y "Al general Flores, vencedor en Miñarica" (1835). La más célebre es la primera, canto exaltado de los triunfos de los ejércitos de Simón Bolívar y de la independencia de los americanos, en versos majestuosos y sonoros.
El tercer gran autor de esta época, el venezolano Andrés Bello (1781-1865), revela su sólida formación clásica en sus poemas, especialmente en las silvas tituladas "Alocución a la poesía" (1823) y "A la agricultura de la zona tórrida" (1826), e introduce en ellas ciertos elementos indígenas. Sus amplios conocimientos científicos y humanísticos se ponen de manifiesto en sus prosas: "Ortología métrica" (1835), "Principios de Derecho Internacional" (1844) y, sobre todo, "Gramática de la lengua castellana" (1847), de enorme difusión y constante actualidad.
Dignos de mención son el argentino Juan Cruz Varela (1794-1839), de acentos patrióticos; el hondureño José Trinidad Reyes (1797-1855), de tono satírico; y el uruguayo Bartolomé Hidalgo (1788-1823), cultivador de la poesía popular, lo mismo que el peruano Mariano Melgar (1791-1815).


Tomado de: www.romanticismoliterario.com